Usos y recetas con daikon

Publicado el 27 septiembre, 2016 por isabel —

En la cocina:

Su uso fresco todavía no está muy extendido en nuestro país, pues no es sencillo encontrarlo, pero cada vez es más habitual verlo en las estanterías de herbolarios y tiendas de verdura ecológica. De hecho, es una verdura que crece muy bien en nuestro clima y su cultivo es bastante sencillo.

Cuando compres daikon fresco, asegúrate de que está tieso y duro. Si se dobla fácilmente probablemente lleve mucho tiempo fuera de la tierra y al perder agua se ha ido ablandando. Nos interesa que esté bien crujiente. Su piel ha de ser lisa y sin manchas. Si puedes, elige los de tamaño pequeño.

El sabor del daikon es ligeramente picante, por eso se utiliza para favorecer la descarga, pero bien cocinado podremos apreciar su sabor dulzón.

El daikon es una verdura muy versátil en la cocina. Se puede tomar crudo en ensalada, escaldado, al vapor… o podemos prepararlo al horno con otras verduras de raíz, o estofado a fuego lento, todo depende del efecto que queramos que tenga.

Crudo:

• Su uso crudo es muy habitual para acompañar comidas ricas en grasas como frituras o productos de origen animal. Esto es debido a que su jugo es rico en enzimas digestivas que ayudan a transformar las grasas, proteínas y carbohidratos para su correcta asimilación, ayudando así en la digestión de estos alimentos. En Japón, es un acompañamiento habitual de las tempuras.

• El daikon crudo rallado es además, de gran ayuda para personas con un sistema digestivo débil. Debe consumirse en el momento, después de macerarlo con unas gotitas de shoyu durante 15 a 30 minutos para que no pierda sus propiedades enzimáticas. Una cucharada sopera en las comidas y comenzarás a notar los resultados.

• Puedes añadirlo, sin macerar, a tus ensaladas o incluso a tus bocadillos para dar un ligero toque picante y para ayudar a digerirlos mejor.

• Si lo que quieres es depurar y descargar excesos, es una buena idea incluirlo a tus zumos. Licuado con apio y manzana, obtendrás un zumo muy depurativo, ideal para comenzar el día después de grandes comilonas y si estás intentando perder peso.

• Las hojas de daikon son un estupendo ingrediente para las ensaladas. Tienen un sabor ligeramente amargo, así que sé prudente al principio.

Cocinado:

• También puedes tomar las hojas salteadas con un poco de aceite de oliva virgen extrra y unas pipas de girasol. Obtendrás un plato excelente como fuente de verdura verde rica en clorofila, calcio, magnesio y vitamina K.

• El daikon es un ingrediente habitual en las sopas de miso, combinado con shiitake, y unas hojitas de puerro, son la combinación perfecta para una sopa depurativa.

• Queda delicioso horneado con verduras dulces como zanahoria, chirivia o calabaza, echa un vistazo a la receta.

• Y si prefieres algo más rápido, puedes prepararlo en kimpira.

Seco:

Si no consigues encontrar daikon fresco, puedes igualmente disfrutar de todas sus propiedades consumiéndolo seco.

Este producto lo puedes encontrar en los herbolarios en la sección de macrobiótica.  Su elaboración ha sido muy sencilla, simplemente se ralla una vez recolectado y luego se deja secar al sol, así que mantiene prácticamente todas sus propiedades.

El daikon seco es más dulzón que el fresco y aporta un delicioso sabor a las sopas de verduras. Para utilizarlo solamente hay que remojarlo en agua hasta que esté bien hidratado.

• Si lo vas a utilizar en sopas o bebidas medicinales, 10 minutos suelen ser suficientes. Una vez transcurrido el tiempo, puedes cortar el daikon con facilidad y aprovechar también el agua de remojo que potenciará el sabor de la sopa.

• Si lo vas a utilizar en ensaladas o salteados, necesitarás más tiempo, alrededor de 45 minutos. Luego sólo tendrás que escurrirlo, cortarlo y añadirlo al resto de verduras.

Fermentado:

En su versión fermentada, recibe el nombre de Takuan. A las propiedades de cualquier otro fermentado, en el caso del daikon se suma el hecho de haber sido fermentado con salvado de arroz. El salvado, una vez fermentado, produce un compuesto, el arabinoxilano, que parece mejorar la respuesta inmune en pacientes con cáncer, siendo útil para el tratamiento de pacientes que reciben quimioterapia.