Se cortan los rábanitos por los dos lados y luego por la mitad observando que el interior este impecable.
Se ponen en cazuela con aceite previamente untada de aceite.
Fuego fuerte.
Mover constantemente procurando que no queden huecos entre las verduras.
Cuando los rabanitos están transparentes significa que ya están yanguizados.
Entonces se echa la sal marina sin refinar.
Se pone la tapa y se baja el fuego al mínimo..
Para asegurarse de que no se quemen conviene poner un difusor.
No se utiliza agua.
Se ponen en cazuela con aceite previamente untada de aceite.
Fuego fuerte.
Mover constantemente procurando que no queden huecos entre las verduras.
Cuando los rabanitos están transparentes significa que ya están yanguizados.
Entonces se echa la sal marina sin refinar.
Se pone la tapa y se baja el fuego al mínimo..
Para asegurarse de que no se quemen conviene poner un difusor.
No se utiliza agua.
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