Una alimentación de extremos provoca emociones extremas.
Nuestro organismo siempre va intentar llevarnos al equilibrio, a la supervivencia. Por tanto , si imaginamos una balanza en nuestro interior, cuando comemos alimentos extremos yin, el cuerpo nos va a pedir alimentos extremos yang para poder equilibrarse. Y así entramos en una balanceo sin fin, que nos lleva a una gran inestabilidad emocional.
Por ello es importante reducir o evitar el consumo de este tipo de alimentos.
Alimentos extremo yin: ázucar, chocolate, químicos, café, té, leche y yogurt, frutas, verduras tropicales, especias, tofu, cereales y harinas refinadas, endulzantes como: sirope, melaza…
Como nos sentimos si comemos en exceso estos alimentos:
Dispersos, dificultad de concentración
Incapacidad de concreción y materialización
Dificultad para llevar a cabo propuestas o ideas
Inestables, con altibajos de energía
Somnolientos y cansados
Tristes, melancólicos decaídos
Alimentos extremo yang: sal y condimentos salados, huevos, harinas horneadas, carne, quesos curados y salados, snaks salados comerciales (patatas fritas)...
Como nos sentimos si comemos en exceso estos alimentos:
Como nos sentimos si comemos en exceso estos alimentos:
Impacientes
Tensos, rígidos, con dificultad para relajarnos
Enfadados
Intolerantes y agresivos
Controladores
Falta de empatía
Si queremos tener estabilidad emocional, qué alimentos son los que elegiremos a diario?
Alimentos de centro: cereal integral en grano, legumbres, proteína vegetal (seitan y tempeh), verduras de las estación, algas, frutos secos y semillas, aceites vegetales.
Estos alimentos a su vez también podemos clasificarlos en contractivos y expansivos. Aunque su energía no es tan extrema como la de los alimentos de extremo yin o extremo yang.
Como nos sentiremos si comemos a diario estos alimentos:
Pacientes, tolerantes y flexibles
Con capacidad de adaptación
Con vitalidad y buen estado anímico
Estables y serenos
Capacidad para llevar a cabo nuestros proyectos
Capacidad de empatía y compasión
Extremo no es sinónimo de malo. Lo importante es el equilibrio.
Para conseguir una estabilidad emocional es importante que nuestros platos estén compuestos de un 80% de alimentos de centro y el resto de otros alimentos que nos darán polaridad y chispa.
Vivir en equilibrio emocional no significa estar siempre alegres, no enfadarnos nunca y tener siempre ganas y vitalidad.
Se trata de saber adaptarse a los cambios con serenidad y apertura.
Ser capaces de escuchar lo que queremos y tener la tenacidad para intentar conseguirlo.
Ser capaces de relacionarnos con los demás y con el medio con compasión, respeto y empatía.
Tener la capacidad de aceptar nuestros errores, aprender de ellos y seguir caminando con paso firme.
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