Estas croquetas de mijo crujientes y rellenas son otro ejemplo de como con ingredientes que utilizamos en nuestro día a día conseguir resultados festivos y sorprendentes.
Cuando respetamos el consumo de verduras y frutas de la estación puede suceder que después de unos meses de comer las mismas verduras sintamos que nuestra comida es aburrida.
Ahora es tiempo de coles, lombardas, coliflor, brócoli calabaza.. Y para no aburrirnos con los mismos platos hay que sacar la imaginación, el arte de las diferentes formas de cocción y crear diferentes recetas.
Si eres de las personas que te traen una cesta de verduras ecológicas a casa, tal vez hayas notado que en las últimas semanas se repiten las coles de bruselas. Estas coles tienen una particularidad, y es que o te encantan o no te gustan nada.
Ayer tenía unas coles en casa y quise probar esta receta. Me encantó el resultado, así que hoy, os cuento como prepararlas.
Ingredientes:
– 1 vaso de mijo
-2,5 vasos de agua
-200gr de coles de bruselas
-1 cucharadita de miso de arroz o cebada
-1 cucharadita de concentrado de manzana
-semillas de sésamo para rebozar
Preparación:
Cortar las coles de bruselas por la mitad y cocinarlas al vapor durante 15 minutos.
Una vez estén cocinadas ponemos una sartén al fuego, cuando esté caliente añadimos un chorrito de aceite y las coles. Las saltamos durante 2-3 minutos.
Mezclamos en un vaso con dos de dedos de agua caliente el miso y el concentrado de manzana y lo disolvemos bien.
Lo añadimos a la sartén con las coles a fuego medio y lo cocinamos hasta que el líquido se haya consumido por completo.
Para preparar el mijo lo lavamos, escurrimos y cocemos en 2,5 medidas de agua y un poquito de sal. A fuego medio con tapa. Una vez este cocido, suele tardar unos 20 minutos, dejar enfriar, para poder después trabajarlo con las manos.
Una vez tenemos el mijo y las coles listas, los ponemos en platos diferentes y en otro colocamos las semillas de sésamo.
Nos mojamos las manos y vamos formando bolitas con ellas. Cogemos un poquito de mijo, lo moldeamos en forma de bola, metemos dentro un trocito de col y tapamos con más mijo. Rebozamos en las semillas de sésamo.
Freímos dando vueltas constantemente a las croquetas, para evitar que se que me el sésamo.
Si te sobra alguna col una vez has hecho todo el relleno, te las puedes comer también solas, te van a encantar.