viernes, 28 de agosto de 2015

ENTREVISTA A UN MEDICO TIBETANO



--Cuando un paciente viene a su consulta, ¿cómo descubre cuál es su enfermedad?
--Mirando cómo se mueve, su postura, la forma de mirar. No hace falta que me hable ni me explique qué le pasa. Un doctor de medicina tibetana experimentado, solo con que el paciente se le acerque a unos 10 metros, puede saber qué dolencia sufre.
--Pero también escucha los pulsos.
--Así obtengo la información que necesito de la salud del enfermo. Con la lectura del ritmo de los pulsos se pueden diagnosticar un 95% de las enfermedades, incluso psicológicas. La información que dan es rigurosa como la de un ordenador. Pero leerlos requiere mucha experiencia.
--Y después, ¿cómo cura?
--Con las manos, la mirada, y preparados de plantas y minerales.
--Según la medicina tibetana, ¿cuál es el origen de las enfermedades?
--Nuestra ignorancia.
--Pues perdone la mía, pero, ¿qué entiende usted por ignorancia?
--No saber que no sabes. No ver con claridad. Cuando ves con claridad, no tienes que pensar. Cuando no ves claramente, pones en marcha el pensamiento. Y cuanto más pensamos, más ignorantes somos y más confusión creamos.
--¿Cómo puedo serlo menos?
--Le daré un método muy simple: practicando la compasión. Es la manera más fácil de reducir tus pensamientos. Y el amor. Si quieres a una persona de verdad, es decir, si no la quieres solo para ti, aumenta tu compasión.
--¿Qué problemas ve en Occidente?
--El miedo. El miedo es el asesino del corazón humano.
--¿Por qué?
--Porque con miedo es imposible ser feliz, y hacer felices a los otros.
--¿Cómo afrontar el miedo?
--Con aceptación. El miedo es resistencia a lo desconocido.
--Y como médico, ¿en qué parte del cuerpo ve más problemas?
--En la columna, en la parte baja de la columna: os sentáis demasiado tiempo en la misma postura. Vitalmente, tenéis demasiada rigidez.
--Tenemos muchos problemas.
--Creemos que tenemos muchos problemas, pero en realidad nuestro problema es que no los tenemos.
--¿Qué quiere decir?
--Que nos hemos acostumbrado a un nivel de necesidades básicas cubiertas, de modo que cualquier pequeña contrariedad nos parece un problema. Entonces, activamos la mente y empezamos a darle vueltas y más vueltas sin solucionarlo.
--¿Alguna recomendación?
--Si el problema tiene solución, ya no es un problema. Si no, tampoco.
--¿Y para el estrés?
--Para evitarlo, lo mejor es estar loco.
--¿...?
--Es una broma. No, no tan broma. Me refiero a ser o parecer normal por fuera, y por dentro estar loco: es la mejor manera de vivir.
--¿Qué relación tiene usted con su mente?
--Soy una persona normal, o sea que a menudo pienso. Pero tengo entrenada la mente. Eso quiere decir que no sigo a mis pensamientos. Ellos vienen, pero no afectan ni a mi mente ni a mi corazón.
--Usted se ríe a menudo.
--Cuando alguien ríe, nos abre su corazón. Si no abres tu corazón, es imposible tener sentido del humor. Cuando reímos, todo es claro. Es el lenguaje más poderoso: nos conecta a unos con otros directamente.
--También acaba de editar un CD de Mantras con una base electrónica, para el público occidental.
--La música, los Mantras y la energía del cuerpo son lo mismo. Como la risa, la música es un gran canal para conectar con el otro. A través de ella, podemos abrirnos y transformarnos: así la usamos en nuestra tradición.
--¿Qué le gustaría ser de mayor?
--Me gustaría estar preparado para la muerte.
--¿Y nada más?
--El resto no importa. La muerte es lo más importante de la vida. Creo que ya estoy preparado. Pero antes de la muerte, debemos ocuparnos de la vida. Cada momento es único. Si damos sentido a nuestra vida, llegaremos a la muerte con paz interior.
--Aquí vivimos de espaldas a la muerte.
--Mantenéis la muerte en secreto. Hasta que llegará un día de vuestra vida en que ya no será un secreto: no os podréis esconder.
--Y la vida, ¿qué sentido tiene?
--La vida tiene sentido, y no. Depende de quién seas. Si realmente vives tu vida, entonces la vida tiene sentido. Todos tenemos vida, pero no todo el mundo la vive. Todos tenemos derecho a ser felices, pero tenemos que ejercer ese derecho. Si no, la vida no tiene sentido.

martes, 11 de agosto de 2015

Escocia prohíbe los transgénicos




Escocia ha decidido prohibir el cultivo de organismos genéticamente modificados (OGM) en su territorio, con el fin de preservar su «estatuto verde y limpio», tal y como ha anunciado hoy el Gobierno escocés.
El estado aprovecha así una nueva norma de la Unión Europea (UE) que permite a los países miembros rechazar a nivel individual el cultivo de ciertas cosechas de OGM autorizadas por la UE, indicó el Ejecutivo escocés en un comunicado. «El Gobierno presentará dentro de poco una solicitud para que se excluya a Escocia de cualquier autorización europea para el cultivo de OGM, incluyendo la variedad de maíz genéticamente modificado que ya está aprobada y otros seis cultivos OGM que se encuentran a la espera de autorización», explica el texto.
El Parlamento Europeo aprobó en enero una decisión por la que cualquier país de la UE puede oponerse al cultivo de OGM en su territorio alegando motivos socioeconómicos, medioambientales o de planificación del territorio, incluso aunque Bruselas haya autorizado su cultivo en el territorio comunitario. El gobierno británico es favorable al cultivo de transgénicos, pero la política agrícola está descentralizada, y es una competencia propia de los gobiernos autónomos del país.

jueves, 6 de agosto de 2015

Pan Ohsawa






A un pan sin levadura, también también se le conoce como pan ácimo. Es la forma más primitiva y a su vez sencilla de hacer pan y, al no contener levaduras, hace las digestiones menos pesadas. Es por eso que el pan sin levadura está considerado como la mejor forma de comer pan dentro de la cocina macrobiótica.
La receta que explicaré a continuación la difunden en la escuela-hotel Cuisine et Santé y la bautizan como Pan Oshawa, en honor al fundador de la macrobiótica. No tiene una fórmula específica, se trata de un pan ácimo resultado de la mezcla de por lo menos 2 harinas integrales y con un grosor específico que puede oscilar entre el medio centímetro y los 2 centímetros.
Con la justa medida, se puede condimentar con alguna hierbasemillasfrutos secos o incluso cebolla o alguna fruta seca.
La siguiente receta está hecha con harinas de trigo sarraceno y de espelta.
Ingredientes:
– 1 medida de harina de trigo sarraceno
– 1 medida de harina integral de espelta
– 1 medida y media de agua
– 1 poco de sal marina
–  para decorar: romero, semillas de sésamo, etc.
Preparación:
  1. Mezclamos las harinas de espelta y trigo sarraceno con el agua, trabajando bien la masa con las manos para que no hayan grumos. Añadimos el romero y seguimos trabajando la masa unos minutos más. La consistencia es más bien líquida.
  2. En una bandeja de horno, ponemos papel vegetal y un poco de aceite para evitar que se pegue la masa.
  3. Volcamos la masa a la bandeja del horno. En cuanto al grosor, este pan tiene que tener como mínimo entre medio centímetro y un máximo 2 centímetros. Podemos decorar la masa con semillas de sésamo y un poco más de romero o cualquier otra idea que se os ocurra.
  4. Se mete al horno a 180º unos 30 min, vigilando según la cantidad.

  5. variación a)
– 1 medida de harina de trigo sarraceno
– 1 medida de copos de avena finos
– 1 medida y media de agua
variación b)
– 1 medida de harina de trigo sarraceno
– ½ medida de harina de castaña
– ½ medida de copos de avena pequeños
– 1 medida y media de agua
variación c)
 – 1 medida de harina de trigo sarraceno
– ½ medida de harina maiz
– ½ medida de harina de avena integral
– 1 medida y media de agua

lunes, 3 de agosto de 2015

Gorka Prada, experto en macrobiótica: «Tolosa juega en la Fórmula 1 de la macrobiótica»





Gorka Prada dio por casualidad con la macrobiótica. Se movía en una distribuidora de productos ecológicos, cuando, de feria en feria, un día, una amiga le invita a comer lentejas rojas con arroz integral. Sin saberlo, fue su primer menú macrobiótico. Le gustó y más aún cuando vio que algunos problemas de salud, como jaquecas, ardores, psoriasis, cansancio, incluso la verborrea y hasta un tumor, se iban disipando. Se lo tomó en serio y ahí fue cuando, según dice, visitó el cielo. La macrobiótica se convirtió en su vida y en su trabajo. Se empleó cuatro años en el restaurante macrobiótico Artatxo-enea y actualmente se ocupa de la huerta, las ferias, e imparte clases de cocina macrobiótica.
-En Tolosa, cada vez se ven más tiendas de productos ecológicos, algún restaurante, cursos de cocina macrobiótica...
-A nivel de Euskal Herria, Tolosaldea está en la Fórmula 1 de la macrobiótica, pero no hay que llevarse a error. En otros lugares no es tan conocida ni tan popular.
-La base es el cereal integral, que se combina con verduras de la región y estación, semillas, legumbres y algas. Está orientado al vegetarianismo, pero también se puede comer carne, que debe equilibrarse a través de los principios del yin y el yang. Es la forma lógica de comer teniendo en cuenta las características de nuestra dentición, las de nuestro intestino y nuestra saliva, entre otras. Un carnívoro, por ejemplo, tiene el intestino más corto que el nuestro, unos colmillos más desarrollados... eso nos habla sobre cuál debería ser nuestro tipo de alimentación. La macrobiótica se adapta además, a la actividad física de cada persona, su constitución, su estado anímico y la región donde vive. Lo único que no varía es el cereal.-
¿En qué se basa el menú macrobiótico?
-El japonés George Ohasawa, la persona que introdujo la macrobiótica en Europa, decía que esta manera de comer expande la conciencia...
-De hecho, su primer objetivo era conseguir la paz mundial. Se fue a Rusia en plena Guerra Fría con la macrobiótica como receta para la paz. Evidentemente no le hicieron caso. El siguiente objetivo era proponer la macrobiótica como medicina natural para mantener la salud y alargar la vida, de ahí su nombre.
-Paz, salud, equilibrio... ¿a la macrobiótica habría que quitarle la palabra dieta?
-Es una técnica o método de desarrollo humano integral, basado en una nutrición equilibrada. Utilizando como herramienta el yin y el yang, logra la expansión espiritual, existencial, emocional, psíquica y física.
-¿Por qué con la macrobiótica pueden mejorar diversos problemas de salud?
-Porque establece una calidad de sangre óptima, y puesto que el cuerpo está en constante regeneración, esta será óptima.
-¿Cuáles son los primeros cambios que experimenta una persona al hacer este cambio en su vida?
-Un gran aumento de la energía, incluso durmiendo menos. Buen humor, buen apetito y hacer de vientre sin esfuerzo y sin manchar, como los animales en la naturaleza. Con el tiempo se consigue armonía, y hay un momento en el que dejas de vivir por tu imagen. Se desidentifica el ego, aunque eso llega mucho más adelante.
-¿Por qué la medicina occidental no toma en consideración esta filosofía? ¿No sería un buen complemento?
-La medicina es un método científico, y hoy en día lo que tiene credibilidad es aquello que se demuestra científicamente. La educación formal es la que tiene más poder acreditativo, es decir, las universidades. Si se estudia medicina, se tiene toda la credibilidad. Si estudias con una señora que vive en una cabaña y que conoce las plantas, eres un brujo. Entonces, hay que creer. Y el que no cree, no lo tiene en cuenta. A favor de la medicina, hay que decir que conoce muy bien de dónde provienen las enfermedades y da con el diagnóstico, pero a mi modo de ver, no ve la salud como un todo. No existe espiritualidad en sus mentes científicas, ni el yin y el yang. Aunque cada vez hay más médicos con conocimientos de homeopatía, de alimentación o que trabajan las energías. Por otra parte, creo que los médicos tienen las manos atadas, porque muchos protocolos vienen impuestos por la industria farmacéutica. Y con la crisis que tenemos, hay que mantener el negocio, y más vale cliente en mano, que sano volando.
-Está siendo muy duro con la medicina ortodoxa...
-Creo que la medicina, en cierto modo, está hecha para la gente que no quiere tomar la responsabilidad de su salud y lo deja en manos de otras personas. La gente no quiere dejar su filete, ni su vino, ni su queso. Les parece más cómodo tomar una pastilla, y después otra...
-Como profesional, ¿qué objetivos se propone?
-Mi objetivo es crear a través de la alimentación una sociedad pacífica desde el individuo, y que éste acoja de nuevo la mentalidad primitiva, como hijos de la tierra y no dueños de ella. En resumidas cuentas, expandir la conciencia, con eso todo estaría solucionado. Pero en términos más mundanos, me conformo con que la gente aprenda a masticar y tenga como base de su alimentación el cereal, que es lo que conecta con lo espiritual. También me gustaría impulsar la dieta macrobiótica en los hospitales.
-Con todos los puntos a favor que tiene la macrobiótica, a veces, cuando una persona decide dar este paso, se siente criticada, ¿por qué?
-Cuando alguien no quiere escuchar algo, lo rechaza. Y prefieren no escucharlo porque saben que podrían alimentarse mejor y no encuentran la voluntad necesaria para ello. Puede que también lo perciban como un ambiente exclusivo, o simplemente les parece demasiado estricta, porque la conocen a través de personas que han querido recuperar la salud a través de esta dieta. Pero la macrobiótica es todo lo contrario. Es libertad. Es aprender a comer de todo sin que te afecte, equilibrando los alimentos. En todo caso, las personas que la practican pueden ser más o menos estrictas. De todas formas, yo animaría a todo el mundo a probar, porque si no, esta entrevista no habrá servido para nada, si acaso para entretenerse cinco minutos tomando un café.

sábado, 1 de agosto de 2015

Mini burguers de lentejas

Mini burguers de lentejas

Ingredientes
© Becky Lawton
  • 250 gr de lentejas cocinadas
  • 100 gr de arroz integral cocido
  • 50 gr de cebolla picada
  • Perejil
  • Harina de trigo sarraceno

Preparación

  1. Triturar muy bien las lentejas y el arroz, añadir el Perejilpicado y la cebolla, y amasar bien. 
  2. Preparar las mini burguers y cubrirlas con la harina de trigo sarraceno. 
  3. Freírlas y servir inmediatamente.

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