domingo, 31 de enero de 2016

Mi cura del cáncer fue un milagro muy currado


comida
 
Como tantos otros enfermos, ya embarcada en un tratamiento de quimioterapia Fernández preguntó a los oncólogos qué comer y qué medidas tomar para combatir por su cuenta la enfermedad. De su negativa a aceptar la respuesta del equipo que le atendía –"no hagas nada y come todo lo que te apetezca"–nace su libro 'Mis recetas anticáncer', que se publicó en junio y está en su quinta edición. “El problema es que los médicos no tienen formación sobre nutrición y todo les da miedo”, señala Fernández frente a un batido de mango, kiwi y manzana –su desayuno– en una cafetería de Madrid. “El cáncer es la enfermedad del miedo. Pero comer lechuga no va a tener una interacción con la quimio”.
Fernández, de 34 años, insiste en que el libro se titula así porque esas son las recetas que le funcionaron a ella. “No hay ninguna fórmula mágica. Pero el mensaje que quiero hacer llegar es que podemos hacer mucho contra el cáncer a través de la alimentación. No seas el sujeto pasivo. Infórmate, muévete, pregunta, toma las riendas de tu enfermedad junto a tu equipo médico”.
¿En qué medida cree que su curación se debe a los cambios en su alimentación y estilo de vida, versus tratamiento convencional?
No sabemos si fue la quimio o la alimentación. Lo que creo es que fue todo. Me habían dado un 95 por ciento de posibilidades de morir en cinco años. En principio, no se planteó como quimio curativa, sino paliativa, que podía alargar la vida unos meses o años. Pero yo no quería vivir unos pocos meses más, quería sanarme. Así que hice mi quimio junto con grandes cambios en la alimentación y en el tema emocional.
¿Cuáles fueron, en esencia, estos cambios?
Lo primero fue eliminar todo lo refinado y azucarado; los niveles altos de azúcar se relacionan con niveles más altos de cáncer. Después eliminé fritos, barbacoas, precocinados, la comida fácil de microondas. En aquel momento hacía muchas guardias y me alimentaba con mucha prisa, no había tiempo para cocinar. En lugar de eso, introduje verdura cruda y fruta y eliminé la leche y la carne.
¿Y en el estilo de vida?
Dejé de trabajar, se acabaron las guardias. Aprendí a mantener la mente en calma a través de la meditación. Era muy perfeccionista, muy dada a los demás, y aprendí a sosegarme, a pensar primero en mí y después en los otros. Empecé a hacer ejercicio. Perdí 25 kilos en la época de la quimio. Una de las cosas más importantes es tener el peso adecuado. Y aprender a decir que no, a relajarte.
¿Si tuviera que recomendar un único cambio en la dieta, cuál sería?
Huir de la comida envasada y comer alimentos frescos y de temporada. Mira cómo comían nuestras abuelas. Recuperemos la dieta mediterránea tradicional, la alimentación hecha en casa.
¿Por qué dice no a la leche?
En la facultad nos dicen que la leche es buena por el calcio, para la osteoporosis. Pero observemos las estadísticas: donde hay más osteoporosis es en los países donde más leche se consume. La leche no es tan buena. Nos enseñan ese dogma y no nos lo planteamos, pero es antinatural. Para digerirla necesitamos lactasa. La tenemos al 100 por cien cuando somos pequeños, pero a partir de los 6 o 7 años va descendiendo. Estamos concebidos para tomar leche sólo de pequeños, cuando la necesitamos.
¿Qué tiene de malo la carne?
Un alto consumo, sobre todo de carne roja y embutidos, aumenta la incidencia de cáncer, principalmente de colon. La carne no tiene fibra, viene cargada de nitratos, de pesticidas, de omega 6 por el tipo alimentación que llevan los animales. La carne blanca podríamos consumirla con moderación. Pero el problema es que somos hiper-carnívoros: hay gente que toma carne tres veces al día. En la dieta mediterránea original se hacía matanza en Navidad y se tiraba de ello todo el año.
¿Nos recomienda un plato anticancerígeno?
El gazpacho, que es de mi tierra. Lleva tomate, cebolla, ajo, aceite de oliva, pimiento y pepino, todos ellos alimentos anti-cáncer y crudos.

¿Cómo se alimenta ahora?
Procuro seguir la misma alimentación que hacía durante la quimio. Mucha gente descubre que la alimentación influye y víctima del miedo cambia, pero luego vuelve a las andadas. Sin embargo, el cambio hay que mantenerlo en el tiempo.
Hay quien ha seguido todo esto –una alimentación y un estilo de vida más saludable– y no le ha funcionado. ¿Cuál es el mensaje para estas personas?
No hay fórmula mágica, y por eso tenemos tanto miedo al cáncer. No hay ningún tratamiento que sea totalmente efectivo. El problema es que no hay una enfermedad, sino enfermos, y cada caso es diferente. Hay casos de cáncer muy extendido que se curan, y otros muy localizados que se extienden. Yo creo que el tratamiento emocional marca la diferencia. No es lo mismo enfrentar un cáncer desde la positividad y la alegría que desde el miedo y la soledad. Aquí se demuestra el poder de lo emocional, pero no sólo en el cáncer sino en todas las enfermedades. Por eso reivindico que seamos parte activa.
No recomienda usar la olla exprés, presente en todos los hogares. ¿Por qué?
Porque alcanza los 140 grados, y queremos conservar los fitoquímicos de los alimentos, que se pierden a partir de los 95 grados. Está bien para legumbre y cereal, pero si metes verdura le haces fosfatina.

Asumía que la barbacoa era una forma de cocinar saludable hasta que leí su libro.
Lo que es saludable es la plancha, siempre y cuando no quemes el alimento. Pero en la barbacoa, ese color negro son los benzopirenos, carcinógenos… Lo ideal es cocinar el vapor, sin grasa ni aceite.
Recomienda encarecidamente las setas…
En Japón, donde más se consumen, algunos oncólogos lo utilizan como suplemento alimentario. Permiten que la quimio se tolere mejor.
La colonia, mejor no olerla.
Para que perduren tanto, los perfumes tienen ftalatos (un grupo de compuestos químicos). Cuanto más permanezcan en nuestro cuerpo, peor para nuestra salud. "Sexy para ellas, veneno para el bebé", decía una campaña en EEUU para mamás embarazadas. Los perfumes van al torrente sanguíneo; se asocia con cáncer de mama. Lo ideal son aceites esenciales o algo que se está perdiendo: ser más sencillos y oler a personas, no enmascarar nuestro olor.

¿Y de dónde bebemos agua?
Este es un tema muy controvertido. El agua del grifo de Madrid, por ejemplo, contiene muchos tóxicos. Se podrían eliminar si en lugar de filtrar con sales de aluminio, como se hace ahora, se filtrase con filtros de carbono. El agua embotellada no es la solución: es un atentado ecológico.
¿Cuál fue la reacción de sus compañeros tras su curación?
Cuando se cumplieron los dos años libre de enfermedad, me dijeron que había sido un milagro. Pero les dije que no, que era un milagro que había hecho yo. Lo mío es un milagro muy currado. La reacción de mis compañeros de primaria fue buena. Recomiendan mucho el libro, no sólo para cáncer, también para diabetes, hipertensión, obesidad… Los especialistas son más reacios.
¿Qué planes tiene tras la baja por maternidad?
Tengo mi plaza en atención primaria. Me gustaría continuar en sanidad pero centrada en el paciente oncológico, aconsejando sobre alimentación y estilos de vida.

¿Cuál fue para usted la mayor sorpresa al investigar y, después, escribir este libro?
El poder de los alimentos, de la naturaleza. Cómo contienen fitoquímicos anticáncer, y como algunos medicamentos incorporan fitoquímicos en quimio. La curcumina de la cúrcuma, por ejemplo, o la quimio que se extrae de un alga del mar. Si tiene poder a nivel de laboratorio ¿por qué no tomar nosotros más algas, más cúrcuma, etc? Me sentí engañada porque nadie me hablase de esto, sólo de quimio, de radioterapia.
Pero es lo que a menudo hacen los médicos: en cuanto entras a la consulta tienen lista la receta.
Hay pacientes que si no salen de la consulta con su pastilla creen que eres un mal médico. Pero cada vez más profesionales contamos al paciente lo que puede hacer para prevenir la enfermedad. Los médicos y sanitarios tenemos mucho poder en este sentido. Más medicina preventiva y menos pastillas.

martes, 26 de enero de 2016

Cozinha Macrobiótica - Programa Soterópolis

Buñuelos de sarraceno









25 minutos
-1 vaso sarraceno
-1 trocito de calabaza potimarrón -1 cebolla pequeña
-sal y aceite

Elaboración:
Dejamos a remojo la noche anterior el trigo sarraceno.
Al día siguiente lo escurrimos y batimos con un poco de sal.
Por otra parte, cortamos la cebolla y calabaza en cuadraditos pequeños.
Ponemos una sartén en el fuego y cuando esté caliente añadimos un chorizo de aceite. Salteamos la cebolla con una poquito de sal, durante 3 minutos. Añadimos la calabaza y mantenemos en el fuego hasta que la calabaza esté tierna.
Mezclamos la pasta de trigo sarraceno con la fritada y con la ayuda de una cuchara lo vamos añadiendo a una sartén con unas gotas de aceite. Lo dejamos cocinar lentamente hasta que este dorado.
Lo podemos servir con alguna salsa por ejemplo de shoyu con concentrado de manzana y limón. 

sábado, 23 de enero de 2016

Quantum knots are real


18.01.2016
The very first experimental observations of knots in quantum matter have just been reported in Nature Physics.
FIG1.jpg
Visualization of the structure of the created quantum knot. Each colorful band represents a set of nearby directions of the quantum field that is knotted. Note that each band is twisted and linked with the others once. Untying the knot requires the bands to separate, which is not possible without breaking them. See instruction below to access the full-resolution image. Credit: David Hall.
The scientists at Aalto University (Finland) and Amherst College (USA) created knotted solitary waves, or knot solitons, in the quantum-mechanical field describing a gas of superfluid atoms, also known as a Bose–Einstein condensate.
In contrast to knotted ropes, the created quantum knots exist in a field that assumes a certain direction at every point of space. The field segregates into an infinite number of linked rings, each with its own field direction. The resulting structure is topologically stable as it cannot be separated without breaking the rings. In other words, one cannot untie the knot within the superfluid unless one destroys the state of the quantum matter.
– To make this discovery we exposed a Rubidium condensate to rapid changes of a specifically tailored magnetic field, tying the knot in less than a thousandth of a second. After we learned how to tie the first quantum knot, we have become rather good at it. Thus far, we have tied several hundred such knots, says Professor David Hall, Amherst College.
The scientists tied the knot by squeezing the structure into the condensate from its outskirts. This required them to initialize the quantum field to point in a particular direction, after which they suddenly changed the applied magnetic field to bring an isolated null point, at which the magnetic field vanishes, into the center of the cloud. Then they just waited for less than a millisecond for the magnetic field to do its trick and tie the knot.
–For decades, physicists have been theoretically predicting that it should be possible to have knots in quantum fields, but nobody else has been able to make one. Now that we have seen these exotic beasts, we are really excited to study their peculiar properties. Importantly, our discovery connects to a diverse set of research fields including cosmology, fusion power, and quantum computers, says research group leader Mikko Möttönen, Aalto University.
FIG2.jpg
Experimental images of the superfluid in the course of the knot tying process. Tying time advances from the left to right as indicated. The brightness denotes the particle density corresponding to the field direction up or down. The black circles in the rightmost panel reveal the colorful torus shown in Figure 1 where the field direction points sideways. See instruction below to access the full-resolution image. Credit: David Hall.
Knots have been used and appreciated by human civilizations for thousands of years. For example, they have enabled great seafaring expeditions and inspired intricate designs and patterns. The ancient Inca civilization used a system of knots known as quipu to store information. In modern times, knots have been thought to play important roles in the quantum-mechanical foundations of nature, although they have thus far remained unseen in quantum dynamics.
In everyday life, knots are typically tied on ropes or strings with two ends. However, these kinds of knots are not what mathematicians call topologically stable since they can be untied without cutting the rope. In stable knots, the ends of the ropes are glued together. Such knots can be relocated within the rope but cannot be untied without scissors.
Mathematically speaking, the created quantum knot realizes a mapping referred to as Hopf fibration that was discovered by Heinz Hopf in 1931. The Hopf fibration is still widely studied in physics and mathematics. Now it has been experimentally demonstrated for the first time in a quantum field.
–This is the beginning of the story of quantum knots. It would be great to see even more sophisticated quantum knots to appear such as those with knotted cores. Also it would be important to create these knots in conditions where the state of the quantum matter would be inherently stable. Such system would allow for detailed studies of the stability of the knot itself, says Mikko Möttönen.
The research article  (This article should be credited as the source of stories covered.)
D. S. Hall, M. W. Ray, K. Tiurev, E. Ruokokoski, A. H. Gheorghe, and M. Möttönen
“Tying Quantum Knots”
Nature Physics, DOI: 10.1038/NPHYS3624

miércoles, 20 de enero de 2016

Crema de brócoli y almendras

crema de brócoli
Rico en calcio, betacarotenos, ácido fólico y vitaminas K y C, el brócoli es una de las verduras más completas que puedes incluir en tu dieta. 
Valorado por sus propiedades anticancerígenas, favorece la salud del corazón y mejora las digestiones y el estreñimiento.
Esta crema ligera, cocinada con almendras, aumenta el aporte de calcio y resulta simplemente ¡deliciosa!
Ingredientes:
1 brócoli
1 tira de apio (opcional)
50 gramos de almendras
Aceite de ajo
2 cebolletas
Vinagre umeboshi (opcional)
Sal y pimienta negra
Pica las cebolletas y el apio y saltéalos en una olla con un poco de aceite de ajo y una pizca de sal.
Pica muy pequeñito el brócoli, tronco incluido y añádelo a la cazuela con otra pizca de sal.
Cubre con el agua justa y lleva a hervor. Tapa, baja la llama y deja que se cocine hasta que el brócoli esté tierno pero no deshecho.
Añade las almendras tostadas previamente y un poco de pimienta negra si te gusta.
Tritura hasta que quede una crema fina.
Si ves que necesita un poco más de sal, añade unas gotas de vinagre umeboshi que además potenciará el sabor de la crema.
Sírvela con unas almendras trituradas por encima.

martes, 19 de enero de 2016

La alimentación en invierno

garbanzos guisados

El invierno es la época de máxima interiorización, la época más oscura del año, con días muy cortos, frío y humedad. En términos macrobióticos: la época más yin del año.
En invierno la energía comienza a fluir más lentamente. Esto se refleja con mucha claridad en la naturaleza. La actividad energética que antes estaba en el tronco y las ramas de los árboles desciende para recogerse en las raíces. La naturaleza se recoge hacia dentro, reponiendo fuerzas y acumulando reservas para la llegada de la primavera. Incluso hay algunos animales que hibernan acumulando también toda su energía en su interior.
De la misma manera, también nosotros nos recogemos y necesitamos nutrirnos de una forma diferente. Ahora, necesitamos la energía de alimentos que generen más calor, que concentren en profundidad y que refuercen.
Si imitamos los ritmos naturales y aprovechamos el invierno para nutrirnos y reforzarnos, al llegar la primavera dispondremos de la fuerza necesaria para unirnos a la energía expansiva y ascendente que la caracteriza.
Así, en estos meses la alimentación se basará en platos más calientes y concentrados. Utilizando cocciones más largas, con más fuego y a presión, con más uso de aceite y sal y menos agua: Sopas, cremas, guisos y estofados, salteados largos, al horno….
Conviene reducir los crudos, las ensaladas y bebidas frías al mínimo. Si escuchamos nuestro cuerpo, nos daremos cuenta de que ya no nos apetecen platos refrescantes ni beber mucho líquido, sino platos más consistentes y calientes.
Esta época del año es la ideal para reponer nuestras reservas de minerales, oligoelementos, y grasas de manera inteligente.
Si nos alimentamos con excesos de grasas y productos animales para calentarnos, probablemente lleguemos a la primavera sintiéndonos pesados y aletargados y nuestra energía no podrá subir al mismo ritmo que la energía expansiva y ascendente de la primavera. Entonces, nos sentiremos cansados, somnolientos y probablemente suframos de alergias y astenia primaveral. Todos estos síntomas suelen indicar que el hígado está sobrecargado intentando depurar el exceso de toxinas acumuladas en el cuerpo durante los meses invernales.
Sin embargo, si utilizamos los estofados de legumbres y cereales nos calentaremos y mantendremos nuestro organismo limpio.
Alimentos armonizadores:
Cereales: podemos aumentar la cantidad de cereal que consumimos con cada comida para hacerla más consistente. El cereal típico de invierno es el trigo sarraceno pues es muy calorífico y contractivo. Además podemos utilizar el mijo, la avena, y variedades de trigo para preparar nutritivas cremas para el desayuno.
Legumbres: Ahora es el momento de volver a los guisos de lentejas y los estofados de alubias cocinados a fuego lento. La alubia azuki es la ideal para esta época del año. Cocinada con cebolla y calabaza quedará dulce y deliciosa.
Verduras: Las mejores en esa época son las verduras de raíz, pues aportan gran cantidad de minerales y son ideales para cocciones largas y elaboradas que calientan nuestro organismo en profundidad.
Si no lo has hecho antes prueba a preparar una crema de chirivía o apionabo. Atrévete con unas verduras al papillote: zanahoria, cebolla, colinabo, boniato…. con unas hojitas de laurel… ¿y qué tal un toque de canela?
canela
No te olvides de incluir algo fresco en tus platos puedes preparar una ensalada prensada con poco de rabanito, nabo, daikon, col verde o lombarda….
Las crucíferas están en su mejor momento aprovéchalas para dar el toque de verdor a tus platos y el aporte de calcio y magnesio a tu organismo: coles de Bruselas, col verde, col gallega, brócoli, coliflor…
Algas: Incrementa su consumo para obtener un aporte extra de vitaminas y minerales que refuercen tu organismo y te ayuden a afrontar el frío sin debilitarte.
Puedes utilizar el alga kombu en la cocción de las legumbres, es una manera sencilla y práctica de consumirlas. Reducirá el tiempo de cocción y las hará más tiernas.
También la puedes tomar frita como chips. Fríela en abundante aceite, directamente sin remojar, y añade unas gotas de limón una vez en el plato, te sorprenderá!
Fruta: En esta época del año nuestro cuerpo necesita cerrarse y calentarse y la fruta cruda produce el efecto contrario: abre y nos refresca, por eso la fruta cocinada es ahora una buena opción.
Puedes preparar riquísimas compotas de manzanas y peras. No hace falta que utilices azúcar, si añades una pizca de sal, ayudarás a sacar el dulzor natural de la fruta. Además puedes añadir orejones y pasas para dar más dulzor.
Semillas y frutos secos: Las castañas son muy beneficiosas en esta época. Además, puedes añadir almendras, avellanas, nueces y piñones a tus desayunos, o tomarlos como snack entre horas.
Condimentos: Utiliza especias que calienten como nuez moscada, comino, canela y clavo. Y condimentos salados que ayudan a cerrar y calentar como la sal marina, el miso, el shoyu o el tamari.

domingo, 17 de enero de 2016

“Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”. La sabiduría popular está repleta de sentido común y guías claras para vivir en salud.





Sobre las 02:00 de la madrugada la glucosa empieza a descender en el cuerpo, completándose así un ciclo natural desde las 14:00 de la tarde, hora en la que hacemos la comida del mediodía. De ahí que muchas personas después de la cena tengan que volver a picar o comer algo dulce, pues los índices de glucemia bajan y se entra en un estado temporal de hipoglucemia, lo mismo que sucede cuando dos o tres horas después de comer tenemos la necesidad visceral de tomar algo dulce.

Estos movimientos desordenados del apetito, suceden porque hemos hecho las elecciones inadecuadas para el buen rendimiento de la glucosa, y nos hemos decantado por harinas o cereales  refinados, bollería, galletas, o cualquier otro alimento de cadena molecular corta y de muy rápida absorción, como podrían ser también las patatas o los plátanos y la fruta muy dulce o tropical, incluyendo el coco.
Cuando entramos en esta dinámica de  desorden, tomamos cenas tardías, (después de las 21:00) que por ligeras que parezcan caen pesadas al organismo, el sueño no es totalmente reparador, pues el cuerpo está intentando deshacerse del extra de actividad que le hemos proporcionado en un  momento destinado al descanso y la reparación, a cargar la batería con la energía de los astros y las emisiones cósmicas, por esto dormimos en línea horizontal.
Después de una cena tardía, pesada, grasa, salada, o cuando cenamos e inmediatamente nos vamos a la cama,  sin previamente hacer la digestión, (deberíamos cenar como mínimo 3 horas antes de ir a la cama y no ir cotidianamente a la cama después de las 24:00h de la noche) al otro día al despertamos tenemos la boca pastosa, nos sentimos cansados, sin vitalidad, a veces incluso mareados y con fuertes resistencias a salir de la cama, muchas veces doloridos por la tensión que se ha creado en el cuerpo. Con la mandíbula tensa, en algunos casos con  las encías sangrantes y los dientes apretados, otras veces nos despertamos  entumecidos con dolores que aparentemente no tienen sentido, irritables y enfadados, poco sociables, sin duda todos estos síntomas son entre otros la expresión de un hígado en tensión, el órgano que más sufre con los desacatos nocturnos.
En esas circunstancias por la única cosa que te sientes atraído, es por una taza de café, que parece te devuelve poco a poco la vida, o al menos esto es lo que crees, pero en realidad este café lo que produce es una excitación de las suprarrenales, sacando de tus reservas de energía una hipoteca que gastarás rápidamente, y cuantas mas veces recurres a este estimulante hormonal, más endeudado te encuentras con tu futura dosis de vitalidad que un día terminará por desaparecer, llevándote a tomar otras decisiones. O te harás adicto a estimulantes de más alto tenor o decidirás a salir del círculo vicioso.
En la mañana desde luego con este cuadro hepático no hay hambre, y en el mejor de los casos un vaso de leche con una galleta,  es decir un coctel de azúcares simples, grasas saturadas, antibióticos, y hormonas serían tu desayuno. “Hay comida que comes y otra que te come”, este es el típico desayuno que te devasta, “TE COME”.
Empiezas el día con el combustible equivocado, cuando llegas a media mañana, vas buscando la vitalidad por las esquinas, bocadillos, bollería, plátanos, productos azucarados, fríos, líquidos, frutos secos a puñados, y otros son tus aliados, que en realidad más que nutrir te hartan, pero pronto será la hora de comer, y aún tienes los residuos del almuerzo a medio camino en el estómago, para lo que tu comida  probablemente se basará en algo relativamente rápido, que tu consideras sano. Con suerte, es algo caliente, pero parcialmente nutritivo, incompleto nutricionalmente y claro, a media tarde, sobre las 16:00h o 17:00h  el ciclo de bajada del azúcar se completa y vuelves a morir en el mundo del azúcar rápido.
Y este puede ser natural o artificial, tú lo puedes considerar sano o de herboristería, pero recuerda azúcar simple, sea cual sea su origen es de rápida absorción y de corta duración, es como encender el fuego con papel, llamarada alta y grande, cenizas en pocos segundos y nada de fuego.
Después de esta merienda a la hora de cenar, entre las 19:00 y las 20:30, no hay hambre, con lo que la cena se pospone para el momento crítico “de grandes cenas las tumbas llenas” y vuelta a comenzar el ciclo devastador ….
¿Por cuanto tiempo podemos mantener estos vaivenes pendulares de vértigo?, ¿por cuantos años está el cuerpo dispuesto a precipitarse al abismo pendiendo de limosnas de glucosa?.
¿Y por qué es tan importante la glucosa?. Te voy a dar más de 10 razones.
La glucosa es de lo que se alimentan las células de nuestro cuerpo. Es el alimento principal del cerebro, es la energía.
Necesitamos glucosa para hablar, necesitamos la glucosa para movernos, para pensar, para trabajar, para estudiar, para reír, para almacenar las reservas energéticas que utilizamos en momentos extremos. Para el sexo, la procreación, la menstruación, el orgasmo y la eyaculación, la glucosa es a nuestro cuerpo como el combustible al coche.
La glucosa de buena calidad nos proporciona estabilidad emocional e intelectual.
La glucosa de óptima calidad la encontramos en los cereales integrales, el mejor momento para abastecernos de glucosa es el desayuno, aquí vale la pena remarcar que cereales integrales no son, copos inflados, ni aplastados, ni crujientes, ni azucarados ni con fibra extra. Cereales integrales en grano son el arroz, mijo, cebada, quínoa, espelta, amaranto, trigo sarraceno, avena, kamut.
Los granos de cereales integrales, son semilla y fruto, contienen la vida, pueden germinar, es decir que el grano contiene toda la energía y vida necesaria para crear una nueva planta, mientras que los copos y las harinas ya han sido procesados, por lo que nos aportan una energía parcial y diferente, con una analogía de pegamento, creando mucosidades y otros cúmulos en el aparato respiratorio y los intestinos.
Si comprendemos el significado de desayunar “deshacer el ayuno” al que hemos sometido al cuerpo durante toda la noche, optaríamos por hacer un des-ayuno nutritivo, y ligero de digestión fácil para empezar a poner en marcha el cuerpo poco a poco, y que nos aporte en energía de lenta absorción y de larga duración, para poder afrontar todas las actividades que se sucederán durante la mañana, que  es el periodo más productivo del día, sin necesidad de repostar continuamente.
Experiméntalo, empieza a comer cremas de cereales integrales en grano, y el cuerpo en su inteligencia somática te va mostrando la dirección para hacer las otras elecciones a la hora de comer. Lo primero que vas a notar es una claridad mental y lucidez inmediata que te harán mantenerte en el foco de lo que buscas. A nivel físico notarás también que hay mucha más energía, que puedes gestionar mucho mejor el tiempo y desarrollar toda la actividad física que antes no estaba disponible. Notarás también que se termina la necesidad de comer entre comidas, que tus digestiones son mas rápidas y tus evacuaciones completas y fluidas.
7 recetas para des-ayunar de forma inteligente y recuperar tu energía vital.
CREMA DE ARROZ 
La crema de arroz, es la mejor manera de empezar el día, aporta energía estable, prepara el cuerpo para la jornada entera, a la vez que nos ayuda en el proceso de limpieza orgánica, genera estabilidad emocional, y contribuye a una buena digestión.
Ingredientes:
1 vaso de arroz integral
5 vasos de agua
1 trozo de alga kombu de 2 centímetros
Preparación:
Lavar bien el arroz bajo el grifo
Dejar a remojo en agua 
Llevar a una olla, hacer hervir el arroz con el alga, bajar el fuego, colocar una placa difusora y cocer durante 1 hora.
Servir con dulce o salado, si estás acostumbrado al dulce, puedes añadirle una cucharilla de melaza de arroz, uvas pasas, orejones cortaditos.
Si la prefieres salada, puedes añadirle un poco de gomasio o pasta de umeboshi, o shoyou.
Nota: esta crema se puede guardar en un tupper de cristal en la nevera para 2 o 3 días.
CREMA DE ARROZ ENERGETICA
Tiene características similares a la crema de arroz anterior, pero aporta más energía y resistencia, también actúa como depurativa, ayuda a recuperar un sistema digestivo pobre, o a personas en estado convaleciente o delicado.
Ingredientes:
1 sobre de te MU
5 vasos de agua
1 vaso de arroz integral
1 ciruela de umeboshi
Elaboración:
Infusionar el te MU en el agua.
Añadir el arroz y la ciruela de umeboshi a la olla exprés.
Cocer 10 minutos a fuego alto, tapar.
Bajar el fuego y cocer sobre una placa difusora durante una hora u hora y media.
Masticar muy bien cada bocado en casos de utilizar esta crema como terapia para estados convalecientes o disfuncionales.
CREMA DULCE DE MIJO
El mijo en general tonifica el sistema digestivo, nutre el bazo y el estómago, elimina el cansancio, ayuda en épocas de gran trabajo intelectual, contribuye a la perdida de peso y de líquidos, tonifica el sistema linfático, equilibra en caso de alergias, e intolerancias, da tono. 
Ingredientes:
1 vaso de mijo
5 vasos de agua
1 manzana cortada en cubos
1 trozo de calabaza cortado en cubos
La piel de un limón
1 astilla de canela
Un puñado de orejones
1 zanahoria cortada a cubos
Elaboración:
Lavar bien el mijo en el colador
Llevar a ebullición el mijo con el resto de los ingredientes y una pizca de sal, tapar.
10 minutos a fuego alto y 40 minutos a fuego bajo con el difusor.
Nota: esta crema se puede guardar para 2 o 3 días en la nevera en un recipiente de cristal.
CREMA DE TRIGO SARRACENO
Esta crema es ideal para días fríos, para zonas de montaña y nieve, para personas con frío interno o con baja energía sexual. Para personas que desarrollan trabajos físicos fuertes, esta crema aumenta la temperatura corporal, aporta energía extra, eleva la libido genera dinamismo físico.
Ingredientes:
1 taza de trigo sarraceno
5 tazas de agua mineral
1 trozo de alga kombu de 2 centímetros
1 cucharada de pasta de umeboshi
1 cucharada de semillas de calabaza
Elaboración:
Lavar bien el trigo sarraceno.
Dejarlo secar sobre el colador.
Tostar ligeramente el trigo en una sartén sin aceite.
Poner en una cacerola el trigo el agua y el alga kombu.
Hacer hervir, llevar a ebullición y tapar.
Cocer 40 minutos sobre una placa difusora.
Paralelamente tostar en una sartén las semillas de calabaza.
Comer con la pasta de umeboshi y las semillas de calabaza.
Nota: si se quiere dulce, añadir un poco de melaza de arroz y las semillas.
También se puede guardar 3 días en nevera.
CREMA DE CEBADA
La cebada es refrescante y purificadora, ayuda a drenar toxinas y descargarlas del cuerpo, fortalece el hígado y calma las emociones como la cólera y rabia. Embellece y tonifica la piel.
Ingredientes:
1 vaso de cebada. 
7 vasos de agua.
1 trozo de alga wakame de 2 centímetros.
1 ciruela de umeboshi.
1 cucharada de semillas de sésamo tostadas.
Melaza de cebada.
Elaboración:
Lavar bien la cebada y dejarla a remojo durante 1 hora o toda la noche.
Llevar a ebullición la cebada con el alga salame y la ciruela de umeboshi,10 minutos a fuego alto 50 minutos a fuego bajo.
Tostar las semillas de sésamo en una sartén sin aceite.
Servir con  semillas de sésamo y melaza de cebada.
Nota: esta crema se puede guardar en la nevera en un recipiente de cristal para 2 o 3 días.
CREMA DE QUINOA
La quínoa ayuda a eliminar calor interno, es proteica, energética y depurativa. Ideal para personas que quieren perder peso. Es la crema por excelencia del verano o los tiempos calurosos.
Ingredientes:
1 Vaso de quínoa.
5 vasos de zumo de manzana ecológico.
1 pizca de sal.
Piel de limón.
Un puñado de uvas pasas.
1 cucharada de melaza de arroz.
Elaboración:
Lavar muy bien la quínoa bajo el grifo
Poner todos los ingredientes en una cacerola a excepción de la melaza de arroz.
Hacer hervir y bajar el fuego, cocer a fuego bajo sobre difusor.
Servir con melaza de arroz o semillas tostadas.
CREMA DE AVENA
La avena fortalece y nutre, suaviza el carácter, da resistencia física, evita el desgaste, ayuda en constituciones delgadas a ganar peso, relaja a personas nerviosas, tonifica las funciones hepáticas, crea calor interior, evitar si se tienen problemas de mucosidades.
Ingredientes:
1 vaso de avena.
7 vasos de agua.
1 trozo de alga kombu.
1 cebolla.
1 cucharada de mugi miso.
Semillas o almendras tostadas
Elaboración:
Lavar muy bien la avena bajo el grifo.
Dejar a remojo la avena como mínimo 1 hora.
Cortar la cebolla en cubos grandes.
Llevar a la olla exprés, la cebolla, la vena, el alga kombu y el agua.
Hacer hervir durante 10 minutos.
Tapar y cocer 5º minutos a fuego bajo sobre difusor.
Destapar, añadir el miso blanco y cocer durante 5 minutos más.
Comer con semillas tostadas o almendras tostadas.
Nota: También se pueden hacer combinaciones de cereales para las cremas, incluyendo arroz dulce si se requiere más riqueza y ganar peso y suavidad. Amaranto si se requiere más vitalidad y fortaleza, trigo espelta o kamut si se sufre de estreñimiento.
Se tomaría la medida del cereal por ejemplo de una medida de arroz, podríamos poner 75% arroz y 25% de arroz dulce.
Y mantener las medidas del agua.
Las cremas también se pueden calentar al otro día con bebidas vegetales de cereales, añadir calabaza asada o compota de manzana y peras si se quiere dulce. O gomasio y alga nori si se quiere salado.
“Que tu alimento sea tu medicina”

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