domingo, 26 de febrero de 2017

Reflexión del doctor Martín Macedo





Hay que tener cuidado con lo que uno promete.
Si decimos que vamos a hacer algo seriamente y en alta voz.... se abre una línea temporal.
¿Qué es una línea temporal?
Una gran cantidad de energía que el universo cede a quien lo invoca para ayudarle a cumplir su promersa.
Quien dice....ahora voy a caminar 20 kms para ponerme en forma.
Pero cuando se dispone a salir se encuentra con un amigo que hace mucho que no ve y deciden ir a tomar unas cervezas para celebrar el encuentro.
El universo le otorgó una cantidad de energía para caminar esos kilómetros que no caminó.
Esa energía está ahí sin usarse.
Y se estanca y se convierte en un estorbo.
Al hacer su promesa de caminar 20 km crea una línea temporal.
Pero al no cumplir esa promesa dejó esa línea sin cerrar.
Y toda esa energía está ahí estorbando y creando bloqueos a menos que se destine a lo que fue prometido.
No se puede estafar al universo.
Te da lo que le pides.
Pero si pides energía y no la usas.
Si pides fuerza para servir y la usas para fines egoístas.
Esa energía poderosa se vuelve contra el que la pide y eso puede resentir su salud y bienestar.
Mucha gente no tiene palabra.
Abre diariamente líneas temporales que no cierra y acaba enfermando.
Quien no tiene palabra, quien no cumple lo que promete, pierde la paz e hipoteca su felicidad.
Por eso hay que pensar dos veces antes de prometer algo.
Por eso Lao Tsé decía que el hombre sabio habla poco.
Por eso la palabra de Dios es un decreto inapelable.
Por eso nuestra lista de objetivos cuando se proclama en voz audible cada mañana está destinada a conmover toda nuestra realidad.
Porque las más grandes fuerzas de la creación obedecerán nuestras palabras, porque la palabra crea todo lo que existe, seamos o no conscientes de ello.




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